Fernando Moyano

Esperando que Llegue La Hora, Cada Cual Con Su Propio Reloj Quieto

SURda

 

 

Varios dicen y estoy de acuerdo, que es estimulante esta comunicación aquí iniciada entre compañeros de distintas vertientes, con ideas para discutir. Por ejemplo un inteligente aporte de Lidia Camacho,  "A LOS DEFENSORES DEL PROGRESISMO DONDE QUIERAN QUE ESTÉN"  (Nº 254 de  Posta Porteña ) sobre producción agrícola y alimentaria bajo el capitalismo y la dependencia.

Quería referirme al artículo de Jorge Maiki  "PARA UN MEJOR 2010 CON MÁS LUCHA POR LA LIBERACIÓN Y EL SOCIALISMO" en el Nro 253, del cual comparto muchas ideas. De la misma forma en que él comparte algunas de las mías, y luego agrega:  "Pero lo preocupante seria gastar páginas solo en el análisis de lo que puede ocurrir, como si fuéramos cómodos espectadores de una platea que mira a un escenario ...". 

No creo estar de cómodo espectador ni que Maiki me aluda, todos participamos en distintas actividades de lucha. Lo que sí me parece es que Maiki apunta a otra cosa, a  " ponernos a trabajar para crear una alternativa política" , y por lo creo entender de su nota se refiere a la construcción  organizativa  de alguna herramienta política concreta. Para él no alcanza con las luchas inmediatas, es necesario dar un paso en el terreno de la organización, dada la dispersión en una treintena de grupos y a un espacio mayor de compañeros sueltos, y la partición de nuestro espacio político en 15 mil votos de AP y otros tantos solo por la rosada. Y yo agregaría también los que terminaron votando al FA porque no encontraron fuera otra opción creíble. Hace 5 años hubo 46 mil votos "radicales" dentro del FA, 500 del PT, y 11 mil solo por el agua, lo que suma casi el doble de esos 15+15.

La propuesta de Maiki es "la creación de un Espacio para la unidad de Acción con un programa".

Y estoy de acuerdo con él en que ese objetivo organizativo es imprescindible y urgente. En esa carencia cabe también mi propia autocrítica y la de todos aquellos que no hemos hecho lo suficiente por el trabajo político-organizativo. Pero creo que hay algo que agregar.

Porque igualmente preocupante sería si para no quedarnos solamente en el análisis de esos elementos de la realidad nos pusiésemos a repetir intentos de coordinaciones como las que señala Maiki que hemos visto reunirse y dispersarse cien veces, a repetirlos SIN analizar también POR QUÉ ocurrió lo que ocurrió. No queremos ser cómodos espectadores desde la platea, pero tampoco queremos seguir corriendo detrás de la globa sin tener el más mínimo plan de juego, o teniendo más planes que jugadores.

Ya es hora de bajar la pelota y levantar la cabeza.

"Si buscas resultados distintos, no hagas siempre lo mismo" , decía Einstein.

El camino seguido ha sido partir de la existencia de las distintas identidades grupales como un dato, e intentar una unidad por el máximo denominador común sin poner en cuestión los presupuestos de cada uno. Y repetir eso significaría una vez más no poner en cuestión los errores que nos han llevado a esta situación.

Si la práctica es el criterio de verdad, resulta evidente que ninguna de estas organizaciones puede mostrar un resultado práctico favorable, ni en su autoconstrucción ni en progreso hacia una organización unitaria que supere la fragmentación. Pueden mostrar su participación en luchas concretas o en análisis, lo mismo que puede hacer cualquier militante suelto. Lo que no puede hacer un militante suelto en tanto siga suelto es crear una alternativa política en sentido organizativo. Pero resulta que esa treintena de grupos, hoy por hoy, TAMPOCO .

Y quiero referirme MUY ESPECIALMENTE a esto que dice Maiki : "...  se podría decir que las condiciones aun no están dadas, porque no ha habido grandes expresiones cuantitativas de lucha social de los TRABAJADORES... ".

Quiero tomarlo porque es lo que he estado oyendo una y otra vez como una explicación a esa impotencia organizativa: el argumento de que las cosas cambiarán cuando haya un auge de la lucha social. Maiki no está de acuerdo con esa opinión que reproduce, y dice que es: "... una cómoda coartada intelectual para evadir nuestra responsabilidad [de crear esa herramienta organizativa, y que] si no lo hacemos, la próxima crisis y movilización popular nos va a pasar delante de nuestras narices ".

No solo estoy de acuerdo con Maiki, quiero agregar algo más.

Hay un acertijo que dice que un reloj roto marca la hora exacta dos veces por día. Lo mismo parece ser ese criterio de "las condiciones aún no están dadas".

Nos sentamos a esperar a que llegue a la hora que marca nuestro reloj parado, y entonces estaremos dando la hora exacta. Será la hora de crear sindicatos revolucionarios, de llenar las calles con masas combativas, de conquistar una banca parlamentaria, o de hacer una guerrilla.

Lo de la treintena de grupos diferentes agrega otra complicación. Faulkner en un pasaje de "El sonido y la furia" describe la vidriera de una relojería con muchos relojes detenidos marcando horas diferentes cada uno con "una seguridad dogmática".

 La vidriera de nuestra izquierda radical es así.

Opino que en vez de esperar a que llegue la hora que coincida con mi reloj (y obviamente nunca coincidirán entre sí  y no nos llama la atención que esas coordinaciones fracasasen), empecemos por averiguar qué hora es. No se trata de esperar a que ocurra un "auge de la lucha social", o que "estén dadas las condiciones", ni esperar "la hora de la revolución".

Se trata de definir la tarea revolucionaria necesaria para esta hora y estas condiciones, con auge o sin él

No es que la realidad se adapte a mí sino que de que yo me ubique en la realidad.

De la misma forma, el planteo organizativo que se intente debe adecuarse a esa realidad.

¿ Cómo superar la fragmentación, cómo definir las tareas del momento? Ya hemos visto que eso de no pisarse las chacritas ideológicas respectivas o dar por supuesto un acuerdo no conduce a nada. La realidad nos ha puesto sobre la mesa temas de discusión que no se pueden soslayar. Para todo eso no hay más herramienta que el ANÁLISIS , y eso no resta fuerzas a la lucha concreta ni a la construcción sino que es su condición previa para la propuesta y será siempre además su condición simultánea para la  conducción y posterior el balance.

La unidad de acción es algo más que algunas acciones puntuales como marchas o concentraciones testimoniales en ciertas fechas; para eso no se necesita un espacio de unidad de acción. Y un programa implica más que una enunciación, hay que definir el cómo, cuándo y con quién de la acción por cada punto del mismo, lo que implica un acuerdo de metodología, una táctica, línea de masas, y política de alianzas también hacia afuera de ese espacio.

¿Habrá que embarcarse en una construcción organizativa sin discutir siquiera todo esto? Y en todo caso ¿cómo lo discutiremos?

¿Será otra vez más algo para discutir exclusivamente entre esa treintena de grupos, o algunos de ellos, para venir luego con una plancha para que la acepten los demás? ¿Por qué?

Hemos visto fracasar los intentos electorales de la izquierda radical y también los no electorales . Y ya no hay un calendario externo que determine plazos y justifique saltearse etapas. ¿Por qué habría que repetir el mismo camino?

Por supuesto, se puede seguir en lo mismo de siempre, quedar cada grupo enquistado cuatro años porque "no es el momento" y volver hacer las cosas la las apuradas en el próximo año electoral. También se puede hacer eso que Maiki rechaza: sentarse a esperar que las masas se desencanten del progresismo y salgan a luchar ellas solas, y ver entonces si nosotros podemos pescar en río revuelto.

Propongo un camino diferente : primero ventilar todo en una discusión abierta, pública, desinhibida y sin cortapisas (y éste puede ser uno de los tantos lugares para ello) sin que se nos exija el tributo de meternos de nuevo en la máquina de picar carne de una nuevo experimento organizativo similar a los ya fracasados sin haber hecho su balance.

Por lo pronto me interesaría que los compañeros que tengan una propuesta organizativa la expliciten más detalladamente. Yo también tengo mis ideas. Podemos empezar.